Una mascota necesita más que comida y un techo. El ejercicio físico regular ayuda a mantener un peso saludable, mejora la circulación y fortalece el corazón, pero también es esencial para su salud mental. Los perros, por ejemplo, necesitan paseos diarios, juegos interactivos y momentos para explorar su entorno. Los gatos, aunque más independientes, también requieren estímulos como rascadores, juguetes o espacios para trepar. Sin estas actividades, pueden aparecer problemas como ansiedad, agresividad o conductas destructivas. La estimulación mental es igual de importante: esconder premios, enseñar trucos o rotar los juguetes mantiene su mente activa y reduce el aburrimiento. Una mascota que se ejercita es más feliz, más equilibrada y suele vivir más años con mejor calidad de vida. Como veterinarios, siempre decimos: 20 minutos de juego al día pueden evitar muchos problemas a futuro. El tiempo que inviertas en ellos, siempre se multiplica en cariño.